Übermensch

``Es solitario, seguro, independiente e individualista, y no se deja llevar por la multitud, al contrario de las personas débiles, que sólo se dejan llevar por las tradiciones y las reglas establecidas.´´

Me encanta... Increible, delante vuestra lo teneis. Mi posición ante la sociedad, es mi estado mental. Alguien que vivió hace años, nos describe tan exactos y diferentes. El caso, es que lo e sido desde hace ya bastante tiempo, pero Ayer... Ayer lo vi delante del espejo, ayer me di cuenta de lo que significa y de lo supone.

En casa de una buena amiga, en el servicio.
- Lo que tienen que sufrir las tias... - Dice Becerro en un estado de Nirvana.
(Yo mantengo el silencio entre humos, dejo mi mirada libre ante la escena.)
- Tio, porfavor, tócala otra vez. -
- Eso esta hecho. - Y Empezé a tocar de nuevo Civil War con una bella guitarra color azul. Quiero una puta guitarra que suene tan bien y que me haga disfrutar aun más en mi soledad.
(Mi, Si, Mi, Si, Sol, Mi, Si, Mi... Y la melodia no dejó de sonar...)

Al rato me quede con Soledad, una buena amiga, demasiado buena, una perfecta amante y una gran hermana, tú limitas los problemas que te puede llegar a dar, te dará toda la seguridad que quieras.

Entra Sergio, una de las pocas personas que puede matar a Soledad sin que me irrite.
- Hey tio, deja... - Hace un gesto para tomar la guitarra que evidentemente se la soy.
Sinceramente, me encanta ver como otras personas tocan, por que de esta forma puedo ademas de aprender, disfrutar de ideas tan espóntaneas como mi vida misma. Todo momento que tenemos seis cuerdas por medio, siempre creamos y nunca nos retiramos.
 - ¡Qué buena! Es The Unforgiven. - Una canción maravillosa, que en nuestras manos sonará más que sublime.
(Morga abre la puerta)
- ¿Estais con la guitarra y no me habeis llamado? Sereis... -
- Hahaha, te estabamos preparando una sorpresa. -
- Hahaha, haber lo que podemos hacer. -
3 Músicos nublados en un buen srevicio.
Salieron notas y notas, ideas e ideas, de todo un poco y no demasiado poco.
Y poco despues, el universo de nubes doradas, fue mancillado por una voz y una mirada.
 - Hola, buenas. -
Una mirada fue suficiente para tentarla a venir sola, conmigo, pero no había ninguna forma de seguir con el fin de esta amistad.