30/7/12

Summer conflict


 


Resucité hace 5 minutos

La calma de la noche siembra la tranquilidad en la calle, el ventilador del ordenador me dice que el tiempo corre, mi respiración caldea el ambiente, la puerta está cerrada y sus tres cristales me dicen que tras ella está todo oscuro. El neón de la luna impregna de soledad este momento. En este tipo de momentos, cuando la realidad parece ser el único cobijo de la meditación y el pensamiento, me pongo a reflexionar. Si, creo que he encontrado algo bueno entre tan escaso movimiento y tiempo muerto, mirar hacía adelante, clasificar ideas y archivar situaciones vividas, dejar atrás cosas y guardar otras que serán el esqueleto de mi camino, señalizando tanto cosas que merezcan la pena como otras que se merecen algo más de atención cognitiva por mi parte. También existen las cosas que necesito olvidar por lo que no se merecen mi tiempo para hablar de ello. Todo, el tiempo y el espacio sin preocuparme del mañana ni del ayer sabiendo tantas cosas que remediar y otras tantas que curar, como ver a mi reflejo sangrando por el antebrazo y saber que no se merece tanta tortura para olvidar algo que tiene que ser anclado en el olvido.

Por que seguir desatornillando el hueco de aquella tarde cuando lo único que se puede ver a través de ese hueco es la escena del capricho y el trofeo que soy ante tantos desconocidos y malas miradas.

¿Por que me sigo preguntando que esa realidad no era para mi?
¿Por que cogí el tren? ¿Y la paloma de ojos pardos que en mi regazo se quedo advirtiéndome de los distorsionado acontecimientos que me harían culminar mis turbaciones psicológicas? 
¿Por que me fui? ¿Y si mi punto de perspectiva fue, es y podría ser erróneo?

¿Por que sigues aquí?


Un vaso de agua


Exhalo la queja de la pereza que siento al saber que tengo que levantarme a recoger otra dosis de fresca agua embotellada. Al estar haciendo la digestión, la recepción de compuestos que sirven de alimento para mis huesos, mi estomago está trabajando, ausente de más actividades que dejar al cuerpo reposando y trabajando para que pueda seguir en pie. Cuando el mínimo sorbo de agua se introduce en el complejo de conductos digestivos, se puede apreciar casi a la perfección por donde desciende el agua, dejando una estela glaciar por las paredes del sendero que la ha llevado hasta el interior.

Poco a poco se puede apreciar la ausencia de tan placentero evento, poco a poco ha ido desapareciendo, poco a poco el agua ya no es fresca, poco a poco el agua pierde sus reflejos cristalinos  y finalmente el líquido tan gélido en sus principios se acopla al cálido nicho de mi estomago.

28/7/12

El recuerdo perdura en las ascuas

Desde una playa abandonada de hablar con alguien parecida a ti.

Con cigarro, mechero y arena incinerando mis recuerdos, convirtiéndolos en polvo cayendo sobre las cenizas de tu eterna mirada bajo tu intima sonrisa bajo tu llameante cabello, tan difícil de olvidar.

Ahora cada uno con su vida ausente de nuestra presencia contigua, durmiendo el temible recuerdo de nuestros miedos a cruzarnos alguna noche por las calles de la vieja y gran ciudad, bajo una ácida luz del candelabro de medianoche, deformando nuestras sombras con el viento que sacude a la llama que nos ilumina, frente a la fría... Fría noche. 

Este momento camina por nuestros sueños de vernos.

Preciosos momentos que construir de nuevo hasta que llegue la brisa del alba iluminando un nuevo día para saber que hacer cuando y donde.

Añorando ilusiones que son parte de dos
visiones que han sido distorsionadas 
por el amargo error de la incertidumbre.