25/10/12

Adios.

Bueno, andaba aquí, sentado, delante del ordenador, como hago muy amenudo y saben que... Hacía bastante que no curioseaba los escritos de una ''amiga'', quien dice una amiga dice una.

He estado pensando, raro en mi, pero bueno... He estado dándole vueltas a muchas cosas ocho veces por semana, me he mantenido aislado, deprimido, insultándome en mis entrañas, buscando al culpable, acusándome, buscando una conclusión de todo esto... Buscando una razón de por que hago todo lo que he hecho, o mejor dicho todo lo que me he hecho.

Simplemente ha sido una neura, una gran neurosis, encajonándome en que me hiciera caso, en que podía remediar todo, en que me leyera, en que me respondiera, en que podríamos quedar y arreglar todo... Tratando de superar los juegos de palabras como si fuera una carrera a ver quien es más astuto, palabras nocivas, voces envenenadas en la ponzoñosa intención pérfida de decorar los discursos por escrito, para así, hacer más daño. Así es como yo lo veo y lo que pretendo, hasta con este escrito, pero con una única diferencia, será el último de ellos.

Muchas de las veces que he estado con mis amigos, o no quería hablar de ello o discutíamos sobre lo mal que lo hiciste, el caso es que siempre la culpa era tuya ¿Y por que no pensar eso?

En todo lo que nos hemos escrito se puede percibir a simple vista quien a sido más afectado por los sucesos, y como muy descarado que soy, me atrevo a decir con completa seguridad que soy yo.

Probablemente he llegado, o mejor dicho, hemos llegado a esta situación por parte de mi forma de ser, un carácter vigoroso maniático, emprendedor demente y espontáneo. Soy el típico que pretende nadar contra-corriente.

Gracias a mi cierta bipolaridad insana pero gran didáctica faceta, me ayudó a comprender que no ahí que darle vueltas constantemente a todo lo que podría o no podría haber pasado, prefiero centrarme en lo que quiero, pero poco a poco... Sin ir más lejos de la ficción y los ideales, sin creerme el centro, que soy el más de lo más, sin crecermelo suficiente, convertiré la potencia en acto a su debido tiempo, cambios, esa es la clave, cambios.

Con este escrito firmo nuestra relación como un vinculo muerto en el pasado, en el presente y por supuesto, en el futuro.

P.d: Espero que te sientas lo suficiente identificada, Roja. Espero ansioso leer tu respuesta, será un placer, últimamente no me he reido mucho y me gustaría hacerlo.

Hasta la eternidad.

22/10/12

Siempre he tratado bien a todo el mundo, humilde, tratando de no pensar mal e incluso alguna veces sin pensar para no crearme conflictos, mirando por los demás, detonando cada hemisferio de mis siesos por todos y por último, por mi.

Uno se cansa,
uno desaparece,
uno recuerda,
dos se olvidan,
uno vuelve a su vida.

Me alegro por ti, pero por mi primero.

13/10/12

Nos olvidamos de quienes somos
cuando mejor lo pasamos.

9/10/12

Reintegro de memoria.

Ultimamente estoy escribiendo, cualquier cosa, algo inventado y a poder ser con su chispa de brillantez, o por lo menos eso me creo yo. Ponerme cada día al teclado me ayuda a organizar mis ideas, dicen que es una buena forma de estructurar lo que piensas y en que orden lo piensas. Ahora simplemente me voy a disponer a contar como a transcurrido la mañana de hoy hasta cierto punto que me canse de escribir o simplemente vea infructuoso seguir contando cosas.

''Justamente, a las 6:52 me suena cada día la estridente alarma del reloj. Sus números compuestos por palos verticales y horizontales juntos con al celeste resplandor de la luz del mismo me irritan los ojos. El repetidor del despertador suena cada ocho minutos, por esa razón pongo esta peculiar hora para comenzar el día. Me levanto a las siete y me quedo unas cuantos intervalos más de cuatro pares de minutos si el día anterior he preparado todo, en cualquier caso, mis pezuñas tienen que posarse en el gélido asfalto comunal tarde o temprano. Ya levantado me estiro como si la vida me fuera en ello haciendo crujir cada vertebra, después las claviculas y por último, colocando las manos juntas, dedos entrelazados y con las palmas mirando hacía el frente, extiendo cada brazo. Enciendo la luz, me froto los ojos, cojo el iPod y miro si alguien se a preocupado por mi, por que... A cualquiera le gusta que le gusta que se interesen por su estado, alguna tontería en común que te haga desprender una sonrisilla o cualquier tipo de cosa que te puedes esperar por la mañana, pero bueno, sigamos el transcurso de la mañana. Mi familia suele estar levantada, ellos madrugan más que yo, excepto en verano que me resulta imposible quitarme el horario de encima. Abro la puerta de la cocina, vaso, frigorífico, leche, café, microondas, cuchara, azúcar y galletas. El desayuno me lo suelo tomar con calma, he incluso cuando hace buen tiempo, lo dejo para antes de irme y así desayunar en el patio con los peculiares sonidos del alba. Antes de salir de la cocina, salgo al patio a recoger el albornoz y la toalla para llevármelas a mi siguiente parada y mi preferida ''La ducha fria''. Las propiedades de darse un baño que aguarda poca calidez son varias, pero la que más me llama es que te restaura, tanto físico como espiritual. Te sientes más ligero, despejado, atento y hábil. Me tomo siempre cinco minutos antes de salir para pensar si me he cogido todo o me he dejado algo. Mano izquierda a bolsillo izquierdo, móvil, mano derecha a bolsillo derecho iPod y abono, cuello cascos y pecho gafas. Dispuesto.''

8/10/12

Odi Mar

Al final del pasillo todavía permanecían los rayos de sol entrando por aquella lejana puerta. Corriendo, alzando la vista a cada paso, ese destino final iba a convertir sus sueños en realidad, pasos intercalados con el excitante momento en el que llegaría a pisar la última baldosa pálida que conformaba el pasillo.

- El exterior, es... -

Se quedó sin palabras, sabía que ya no había nada que temer, estaba seguro que de ahí en adelante no habría complicaciones, pero como en todas las historias con algún de verosimilitud, la historia no terminaba.

Alzando la la mirada hacía atrás vio que allí seguía la puerta y que detrás suya todo un imperio de hierro oxidado se levantaba hasta donde su vista podía concebir.

Eran edificios acabados en punta de aguja, vigas superpuestas encima de columnas de metal, sustentando más pisos y más hogares con una cosa en común, la indiferencia. El desánimo y el enloquecimiento de girar cada ojo simultáneo en forma de aspersor desorientado buscando algún edificio que sea diferente, alguna ventana que contuviera desorden, algo de color verde que no fuera el campo en el que estaba, alguien como el que saliera por aquella puerta...

Todo, absolutamente todo lo que se podía ver eran hileras de edificios clocados de forma concéntrica a un edificio de dimensiones colosales pero exactamente igual que los demás.

7/10/12

Sa-

''Ya caída la noche, sobre la medianoche, el aventurero se adentran por el sendero.''

El camino era un tanto angosto a causa de la arboleda de la zona, a mano izquierda quedaban los hierros del ferrocarril, a mano derecha el colegio abandonado y al frente unos cuantos pasos para salir hacia la colina repleta de prado para el sosiego del alma.

Recuerdo la primera vez que pase por esta zona, el fulgor de las farolas iluminaba cada pétalo, hoja y rama que poblaba este atajo, el viento fresco salpicaba en la fachada del viejo colegio y la luz lunar despertaba el último aliento de naturaleza en este panorama tan artificial y arisco.

Se podían diferenciar varios sonidos, pájaros que salen de juerga, mis propias zancadas e incluso algún coche,  pero el que quedaba por encima era la placidez de la corriente palpando los matorrales, arbustos y árboles.

Me senté en una piedra que ya tenía dispuesta, abrí la mochila, botella de agua, un buen sorbo y para dentro, podía sentir como bajaba fluida hacía el estómago. Saqué el jersey de lana, guardé la botella y mochila cerrada. Me quedé pensando en mis cosas, lo de siempre... Estudios, familia, amigos, conocidas, pasado y futuro. Cuando, desde la maleza empezó a oírse algo, ese algo tenía patas, pequeñas extremidades con las que podía desplazarse, por lo que su tamaño tampoco me preocupaba. Lo que me mantenía intranquilo era su inquietud y su puntual movimiento, el cual, nunca se movía cuando me giraba para ver si había algo. Por supuesto que pensé en irme de allí, evidentemente que no me gustaba esa situación y claro que estaba algo alarmado, si, pero me gusta saber lo que hay a mi alrededor así que me incorporé, colgué la mochila en mi óseo perchero y dando media vuelta se presentó ante mi el foco del misterio.

Estaba justo delante de mi, paciente y despreocupado, sin moverse y tranquilo. En el momento que me dispuse en cuclillas para ver más cerca a mi compañero de esa noche, se movió tímidamente. Su color, verde plomizo, le daba la ventaja de ocultarse donde quisiera. Estaría cazando, algún que otro insecto y se habría acercado por simple curiosidad y yo me había quedado allí por la misma razón.

''Los animales son curiosos, solo que no saben que lo son.''

Antes de que se me olvide os diré que era un -po.