19/6/13

18/6/13

4:00 a.m.

Creo que la falta de sueño y el cambio brusco de tu reloj interno es como otra droga que te hace pensar y actuar de manera insospechada. Eso me gusta, creo que debería vivir en la nocturnidad. La gente me podría llamar loco, aunque para mi no es así, yo no estoy loco. Prefiero definirlo como humano desorientado nocturno, que por culpa de pesadillas o calor veraniego, se queda en vela dibujando, leyendo o escribiendo, encerrado en su habitación que a veces sale de incursión a deshacerse de toxinas para acumular nuevas, pero de modo que puedas saciar el impulso necesario y vital, el de alimentarse.

Pero quieras que no, esas noches me hacen sentir diferente. Y me gusta, me siento distinguido al hacer este tipo de cosas, no estoy en este mundo para ser uno más. Creo que esta ha sido una de las ideas ocultas en mi que finalmente, hoy, esta noche, he conseguido cristalizar. Es un principio que siempre ha subsistido en mi interior, como las bacterias que contienen los rumiantes en sus estómagos para poder digerir la fibra.

Siempre me ha reconfortado encontrar gente que transmite algo parecido. Es agradable que una persona entre mil te pueda a llegar a comprender algo, como una viga que sostiene los cimientos, saber que es el elemento que sustenta la idea de que no estas solo, de que todavía queda gente que merece la pena conocer.

También me gustaría salir a la calle, a dar un paseo, disfrutando de el perfecto clima nocturno de la ciudad, he incluso si pudiera hechar mano de la bicicleta podría llegar a un paisaje más natural, a las afueras, pero mis padres no lo comprenderían, como de costumbre.

De todo esto, lo que temo es cansarme de pensar en hacerlo y que cuando tenga la independencia necesaria, no tenga ganas de hacerlo y que se haya evaporado el pensamiento como si se tratase de un hielo en el reg. No quiero que en un futuro diga ''¿Por que hacerlo pudiendo quedarme en la cama?'' O algo por el estilo, que finalmente desemboque en la desgana de la vida y en que me queje de la monotonía sin hacer nada al respecto, y negándome lo que puede curar el desazón del hastío.

Ya está amaneciendo, probablemente me salga a darme una vuelta y de paso a fumarme uno, me apetece, incluso me planteo desayunar fuera, en la primera cafetería que encuentre. Pero no, ayer ya ingresé el dinero en el banco, ahora no tengo nada en metálico y no me quiero sacar dinero. Cogeré la cámara de la habitación donde todavía sigue mi hermano durmiendo, con cuidado por que si comienza mal el día, cualquier cosa será suficiente para que te tome como presa de su enfado. Supongo que me iré a Parque Liana, allí suele haber sujetos dignos de mi atención.

10/6/13

Danke endac


4/6/13

C H A S T R O S



Esta canción... Este sonido va por amigo, al que solemos llamar así de cachondeo, la verdad es que lo que se me ha venido a la cabeza fue cuando un día por la noche, mientras ibas a intentar pillar el último tren, sobre las 2:00 a.m.

Denis y yo, bajamos con todos los demás de casa de Rutend, quien diría que iba a ser la ultima vez que estaríamos entre esos cuatro muros, y su magnifica terraza donde degustábamos cada segundo con una aroma dulzón que quedaba entre la amistad y la confianza. Salimos y cada una tiramos para un lado, Chastros, Hartril y Vladoslaf para la derecha, rumbo a su hogar, nosotros dos hacía el metro de la UNI.

Ticamos nuestros billetes, y pasamos a pesar de que a esa hora las puertas están abiertas y es gratuito.
- Creo que acabáis de perder el último tren - Dijo el hombre con su traje granate mientras sacaba un pañuelo para hacer una obra de arte (sarcasmo). Nos miramos y mentalmente, la intuición nos llevo a pasar por donde habíamos venido, escaleras arriba y saliendo afuera a catar esa espléndida noche de primavera, aunque si que tenía el señor, que nos comunicó nuestra demora, una razón para sacarse un pañuelo, el frío azotaba las puertas pero la brisa no daba señales de existencia, por lo menos aquella noche.

No se que nos llevó a salir corriendo para pillar a Chastros y despedirnos de el por segunda vez, pero así fue, creo que fue algo como: ''Hey tío ¿Por que no hacemos algo de ejercicio?'' o por otro lado, la idea que encendió la llama de la espontaneidad, sería ''Tronco... Hemos perdido el tren, pero no vamos a perder más tiempo, corramos para reinvertirlo.'' Y así fue, echamos a correr y solo nos hizo falta un descanso pero sin cesar la marcha volvimos a ponernos a correr. En la lejanía pudimos distinguir una masa de pelos con una sudadera y los típicos pantalones plomizos, era el.

Justamente le pillamos antes de que subiera y alzando un grito al unisono dijimos: ''Buenas noches Chastros'' a lo que respondió ''Vaya subnormales'' con todo el cariño propio de un compañero cansado.

Está canción en cuestión hubiera sido la banda sonora de cuando comenzamos a correr, si, ahora todo está más claro.